Proceso efectuado en el riñón que permite una depuración de la sangre a
medida que ésta fluye a través de los capilares glomerulares; el agua y las
sustancias contenidas en la sangre se filtran y se dirigen hacia la cápsula de
Bowman. Los únicos elementos que no son filtrados son las células sanguíneas y
la mayor parte de las proteínas. El líquido filtrado originará la orina
mediante sucesivos mecanismos de reabsorción y secreción.
La
filtración ocurre en pequeñas unidades ubicadas dentro de los riñones llamadas
nefronas. En la nefrona, el glomérulo -que es un pequeño ovillo de capilares
sanguíneos- se entrelaza con un pequeño tubo colector de orina llamado túbulo.
Se produce un complicado intercambio de sustancias químicas a medida que los
desechos y el agua salen de la sangre y entran al aparato excretor.
Al
principio, los túbulos reciben una mezcla de desechos y sustancias químicas que
el cuerpo todavía puede usar. Los riñones miden las sustancias químicas, tales
como el sodio, el fósforo y el potasio, y las envían de regreso a la sangre que
las devuelve al cuerpo. De esa manera, los riñones regulan la concentración de
esas sustancias en el organismo. Se necesita un equilibrio correcto para
mantener la vida, pues las concentraciones (excesivas o muy bajas) pueden ser
perjudiciales.
Además
de retirar los desechos, los riñones liberan tres hormonas importantes:
La
eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos por la médula
ósea.
La
renina, que regula la presión arterial. Cuando el aparato yuxtaglomerular
detecta que hay bajo flujo plasmático renal o hipoxia, los riñones liberan
Renina para activar el sistema Renina-Angiotensina-Aldosterona que genera
potentes vasoconstrictores periféricos que aumentan la presión arterial,
garantizando, en teoría, un mayor flujo renal.
La
forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio para los huesos y
para el equilibrio químico normal en el cuerpo
No hay comentarios:
Publicar un comentario