El
mecanismo multiplicador en contracorriente permite al riñón proporcionar el
medio osmótico adecuado para que la nefrona pueda concentrar la orina, mediante
la utilización de bombas iónicas en la médula para reabsorber los iones de la
orina. El agua presente en el filtrado fluye a través de canales de acuaporina
(AQP), saliendo del tubo de forma pasiva a favor del gradiente de concentración
creado por las bombas iónicas.
El
mecanismo se basa en la diferencia de permeabilidad de la parte ascendente y
descendente del asa de Henle:
el
asa descendente es permeable al agua e impermeable al NaCl;
el
asa ascendente es impermeable al agua y permeable al NaCl, por lo que absorbe
solutos sin reabsorber agua.
Como
en todos los procesos de transporte, este sistema permite la creación de
gradiente de concentración hasta un cierto límite. En el asa ascendente, el
mecanismo de transporte de NaCl hacia el exterior permite mantener una
diferencia de concentración de 200 mOsm/L entre el fluido del interior del
túbulo y el intersticio. En este punto, el sistema está en equilibrio, en el
que el flujo de NaCl desde la luz del tubo hasta el intersticio medular iguala
la difusión pasiva de NaCl de vuelta desde el intersticio hasta la luz del
tubo.
De
acuerdo con este límite, debería ser imposible generar un intersticio hipertónico
con altas concentraciones de NaCl, si sólo llegara a la médula fluido isotónico
(300 mOsm/L). Sin embargo, esto no ocurre, ya que la permeabilidad selectiva
para el agua del asa descendente permite la concentración del fluido tubular a
medida que desciende a través de la médula, de manera que cuando el fluido
llega a la parte más baja del asa es hipertónico, con una alta concentración de
NaCl.
Para
comprender cómo se origina el gradiente, el punto de partida es suponer que
todo el asa de Henle contiene un fluido isotónico (300 mOsm/L), al igual que el
intersticio medular. Para generar el gradiente, deben producirse tres procesos
secuenciales de forma repetida:
El
NaCl se reabsorbe en el asa ascendente, hasta alcanzar una diferencia de
concentración de 200 mOsm/L entre el fluido tubular (200 mOsm/L) y el
intersticio (400 mOsm/L);
El
intersticio hiperosmótico estimula la reabsorción de agua a partir del asa
descendente, lo que genera un fluido igualmente hipertónico (400 mOsm/L) en
este segmento;
Se
establece un flujo dentro del tubo, de manera que entra más fluido isotónico
desde el túbulo proximal y el fluido hipertónico generado en el asa descendente
entra en el asa ascendente.
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